
Quinientos veinte años después y el colonialismo español aún pretende apoderarse del resto de los recursos naturales que sobran en América, bajo la facha de la inversión global que, para entenderse mejor, se denomina Imperialismo. Petroleras, bancos, industrias de desechos, plantas comerciales y aún más, el terrorismo que propagan medios de comunicación como El País, El Mundo, TVE o ABC, que tanto desprestigio y crímenes arrogan en su propio país como aquel que pretenden exportar en el continente de Bolívar e Hidalgo.
Y que, claro, el Imperialismo no sólo es español, europeo, gringo o asiático. Las huellas de la masacre de la Conquista persisten dentro del sistema económico, político y cultural que bien se arraigó en América con la poderosa arma que fue la Religión, tanto o más asesina que la pólvora.
Ese ajuste religioso, político y cultural impuesto que terminó por enterrar bajo catedrales la cosmogonía indígena, al mismo tiempo que saqueaban los recursos minerales y naturales bajo un régimen de explotación que, aunque muchos se atrevan a negarlo, persiste hasta el 2012, legitimado en Tratados de Libre Comercio o Reformas Estructurales que alisan la Constitución y las leyes para que las industrias extranjeras sigan subcontratando a los pueblos indios y al proletariado. Sigue leyendo “El delirio de Hernán Cortés” →